
Como práctica, la aceptación es una forma poderosa de liberar tus músculos psíquicos y físicos. Es un antídoto a la frustración que aparece siempre que intentas controlar lo incontrolable.
La intención de aceptar permitirá liberarte de parte de la tensión invisible causada por el miedo y el deseo, el estado de aceptación siempre llega de forma espontánea, por eso, relájate y deja que ocurra.
La práctica de la aceptación no es lo mismo que aceptarlo todo, así como la práctica del amor no es lo mismo que estar enamorado.
La mayoría de los momentos de transformación espirituales, creativos o personales, implica un proceso de esfuerzo intenso, frustración y aceptación. El esfuerzo, los golpes contra la pared, el agotamiento, el miedo a fracasar, a no conseguir aquello que pensamos, que damos por hecho que es para nosotros, forman parte del proceso gracias al cual la persona rompe el cascarón de las limitaciones humanas y alcanza el nivel más profundo de conciencia abriéndose a la fuerza infinita que todos nosotros tenemos en nuestro interior.

Encontré este artículo de Sally Kempton, me parece interesante, para compartir ( lo he resumido, pues es muy extenso).
Amor para todos......
Respirar, sentir, relax.
Namasté
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