La necesidad que tenemos de que alguien nos preste atención cuando algo nos turba o angustia crece día a día , pues la sensación de soledad lo sufren cada vez más personas.
Sin embargo, que difícil es encontrar quien ofrezca de manera sabía tan generoso oficio del alma.
Escuchar no es solo oír, ni permanecer callados, a menudo se finge interés asintiendo y mirando a quien nos habla.
Para escuchar con el alma, precisamos primero poner en silencio nuestra mente, al tiempo que eliminamos o suspendemos , cualquier perjuicio o comparación.
El hecho de escuchar, supone un acto de amor....de humildad y generosidad.
Un acto de contemplación y atención que se enfoca totalmente en el "otro ", pues a menudo solo busca desahogo y comprensión. Sin duda esa acción de escuchar, precisa de un alma generosa, un alma al servicio de acompañar a aquellos que en el camino de nuestra vida nos convocan.
Cualquier escucha realizada con interés, aunque sea con el interés de aprender, investigar o compartir, sera buena.
Sabemos que nadie por escuchar, cura a nadie de sus presiones y penas, a menos que nuestro ego se haga invisible y nos dejemos llevar por la escucha silenciosa, por la mano del alma. Un estado desde el que pueden brotar palabras justas, limpias y desnudas , que salen al exterior sin añadidos de la propia persona.
Cuando se ofrece al otro , ese silencio profundo , ese silencio consciente y cargado de presencia, sucede algo estupendo, la compresión brota, todo tiene otro sentido, las palabras fluyen , fácil y livianamente, sin esfuerzo ni cortes, expresando claramente ,aquello que nos inquieta, o aquello que simplemente queremos compartir.
Sin embargo cuando no existe esa escucha, no hay fluidez en las palabras, haciendo que la expresión sea trabajosa y limitada.
Hablamos de nosotros mismos, suponiendo que en la vida de quien nos escucha , no pasa nada interesante, ignorando esa energía sanadora que creamos al escuchar, no hay que olvidar que la calidad de la escucha es precisamente la que convoca a la comprensión, comprensión que libera a un ser humano , que a veces sin saberlo , es lo que permanentemente anhela.... Todos necesitamos comprensión ,todos necesitamos compartir , aprendamos a escuchar con calidad , abrámonos a la guía profunda del alma.
Ábrete al silencio mientras regalas espacio a otras personas, escucha desde alma. Puede que el ego se rebele movilizándote a cortar y a cambiar de tema , el ego se empeñara en querer escuchar cosas más interesantes , haciéndote pensar que lo que escuchas son cosas que no te importan, sin embargo, si permaneces en la presencia y respiras consciente, mientras los demás se expresan, el resultado será que de pronto tu silencio, habrá inundado el ambiente de luz y mágica presencia....
Somos energía ,cuando no escuchamos, la energía del " otro " disminuye , haciendo que se sienta inquieto he inseguro..compartamos , respetemos el tiempo/ espacio... también de los demás seres .
2 comentarios:
No es lo mismo oir que escuchar, así como no es igual prestar atención cuando escuchas a quien te importa realmente, que prestar simple atención al resto. Escuchar, siendo fiel a esa escucha, debe partir de los sentidos, pero con sentimiento, desde el alama.
La escucha desde alma puede hacerse a nivel general..por supuesto que escuchar a las personas que te importan hacen que tus sentidos estén mas latentes..pero se puede, solo hay que ser conscientes y escuchar con interés..como muy bien dices, haciendo que esa escucha sea fiel.
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