El maestro

Nadie puede dar lo que no tiene, ni enseña lo que no sabe.
Todos, en el día a día encontramos maestros disfrazados que nos ayudan a despertar.
A veces no son grandes discursos ni grandes lecciones, pero basta una chispita para encender la gran hoguera que todos llevamos dentro. Ese maestro interior que nos conduce de las tinieblas a la luz.
En este mundo de prisas, buscamos un despertar inmediato, y esperamos que los descubrimientos sean repentinos. Pero la mayor parte de las veces se producen como pequeñas gotitas ..sutilmente.
Un maestro no necesita de grandes palabras. A veces, basta sentarse tranquilamente a su lado para que te sientas cubierto por su luz de serenidad.
Mirar sus ojos cuando hable, mirar sus obras, observar si sus pensamientos, palabras y acciones están en armonía.
Pero no juzgues, ya que ni tú ni yo, somos perfectos.

El maestro está en tu interior, los de fuera son recordatorios que despiertan tu memoria . Solo hay que despertar y recordar la fuente. Ël siempre estuvo ahí, escuchalo en tu silencio....

Yoga es filosofía en la piel, convertir el movimiento en trascendencia. En el momento adecuado se abre la noche. Ni un segundo antes ni un segundo después aparece el Maestro y el inevitable despertar.

Palabras del Maestro de Yoga Swami Omkarananda.

1 comentario:

Mª Jesús Sánchez dijo...

La meditación como fuente de serenidad.