El hombre está sediento de calma, pero también se desvive por las experiencias de una mente agitada y de un corazón inquieto.
Para su mente, la diversión es una fiebre y la calma una monotonía inerte.
El mundo entero ansía libertad, y aún así cada criatura está enamorada de sus cadenas, esa es la
primera paradoja y el nudo inexplicable de nuestra naturaleza.

Respira

El proceso de la respiración , si conseguimos comprenderlo en relación con toda la vida, nos enseña a liberarnos de lo viejo y a abrirnos a lo nuevo.

Vacíate del todo.

Deja que la mente se sosiegue.
Lo diez mil elemento se elevan y caen mientras  el ser lo observa regresar,
crecen y florecen para volver a la fuente.
Volver a la fuente es el sosiego, el modo de obrar de la naturaleza.

Tao Te Ching