
Somos hombres, no dioses y la imperfección es un rasgo distintivo de la especie humana.
Los perfeccionistas y rígidos que pretenden la imposible perfección en todo, se agotan, frustran y enferman, física y mentalmente.
Nos dará mejores resultados, más paz y equilibrio interior sentirnos humanos y con defectos, pero con la buena disposición de mejorar cuanto podamos.
Como no puedo regir los acontecimientos, me govierno a mi mismo.
Om Shanti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario