Aquel día, me di cuenta de lo afortunada que era, no es que el dinero me sobrara, mas bien, no se como pero despreocupandome de el,confiando, aparecía cuando lo necesitaba, tampoco tenia a mi lado pareja alguna que me expresara su amor sincero, y sin embargo mi sensación, mi sentir, era tranquilo, sereno, mi pecho se ensanchaba con ese sentimiento tan bello que me daba vida....el amor.
Me di cuenta del esfuerzo de mi cuerpo ayudándome en el camino, le agradecí sinceramente, agradecí a cada célula, a cada órgano por su función.
Mi alma se sentía libre y no necesité de la atención ni de palabras de otras personas para sentirme contenta, en paz.......
Aquel día, me di cuenta de que solo dependía de mi misma, que tenia valor para enfrentarme a la vida, y que ella, la vida, me daría las herramientas necesarias para vivirla.
Aquel día fui consciente de que todos los cambios en mi vida eran para mejorarla, y que en definitiva hay que aceptarse y amarse tal y como somos, creer en nuestros talentos y mejorarlos en pos de madurar y compartir con todo el ser lo mejor que llevamos dentro.

Dedicado para todo aquel que un día, se dio cuenta.

Om Shanti

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres muy afortunada de conocerte y sentirte casi pletorica en ese tan dificil y complicado que es nuestro "YO". Me imagino que llevaras años educando tu interior para afirmar lo que comentas en este post, yo al contrario creo que mi interior csda dia está peor educado, aunque intento que no sea así.
Gracias por esta refexion.

Armonía dijo...

Siempre es el ego el que está inquieto, si miras mas dentro encontraras solo paz, quitando capas encontraras la verdadera luz que llevas dentro, y ella siempre esta tranquila.
Gracias por comentar, siempre es agradable.
Namasté