Para mis amig@s con cariño

Los amigos son la respuesta a nuestras necesidades.
Ellos son el campo que sembramos con amor,
y cosechamos agradecimiento.
Ellos son la mesa y la lumbre.
Porque vamos hacia ellos con hambre y sed de paz.
Cuando nos hablen francamente,
no sientan recelo, por reservar para ustedes
lo que hay de afirmativo por su parte,
no teman hacerles objeciones.
Y cuando estén callados,
que no cesen sus corazónes
de oír su propio corazón.
La amistad no precisa de palabras
para que afloren todos los pensamientos,
todos los deseos,
todas las esperanzas que nacen y
se comparten en espontánea alegría.
Cuando se separen de un amigo, no sufran,
porque lo que más aman en él aparecerá
más diafano en su ausencia,
así como para el alpinista,
la montaña es más clara y majestuosa
ante los ojos de quien la mira desde el llano.
No permitan más propósito en la amistad,
que el ahondamiento del espíritu,
porque el amor que no busca más que
la aclaración de su propio misterio,
no es amor,
sino una red lanzada al mar de la vida
con el sólo propósito de recoger lo inúitil.
Hagamos que lo mejor de nosotros mismos
sea para nuestros amigos.
Dejemos que conozcan el misterio y la pleamar
de nuestras vidas.
Porque...¿ que amigo es aquel al que acudes para matar junto a él las horas?
Búscalo siempre para vivir las horas.
Y que en la dulzura de la amistad,
haya risas y placeres compartidos.
Porque el corazón humano
encuentra su Aurora hasta en las gotas
resplandecientes del rocío,
y en ellas se vivifica y resurge.
Cuando encuentren un amigo
dejen que el espíritu en ustedes mismos
muevan los labios y dirija su lengua.
Que la voz en sus voces hable al oido en su oido.
Porque su Alma guardará
la verdad de sus corazónes,
como el sabor del vino es recordado
cuando el color se olvidó
y el vaso ya no existe.


Khalil Gigrán