La mente opera a través de su cuerpo, el cerebro. Sus funciones son muy variadas, percepción, pensamientos, memoria, imaginación, atención, ensoñación, juicio y raciocinio. Funciones todas preciosas, pero que por lo general, utilizamos mal, comenzando por la atención intermitente y muy débil. La mente nos engaña y a menudo distorsiona la realidad o la falsea. Está saturada de condicionamientos, acumulaciones y todo tipo de material inconsciente que arrastra a la persona.
Las influencias externas he internas son las que perturban a la mente, condicionando a la persona robandole su paz interior.
Un entorno hostil y competitivo, inarmónico, personas pesimistas o incordiantes, problemas familiares o personales, son influencias que tienden a destabilizarla, todo se vive desde la mente y todos nuestros estados surgen de ella, por eso según se domine y se sanee puede ser portadora de luz y concordia, o por lo contrario sera portadora de sombras y discordias, dicha o desdicha, contento o un continuado descontento, por eso una mente positiva es una bendición, seamos positivos, seamos mentes constructivas, abramos una vereda hacia el sosiego.
En lo más profundo de nuestra mente hay un espacio de luz y quietud, inspiración y revelación que es posible potenciar.
Respira amor, respira luz.