Fantasía

La fantasía es un departamento de la mente que fabrica mentiras, pues ese departamento se inventa todo lo que le da la gana.Muchas veces la confundimos con la imaginación, pero no tiene nada que ver con ella.
Se trata de imágenes falsa que construye nuestra mente, debemos aprender a localizar y distinguir ese departamento y sus productos mentales, pensamientos fantasiosos o ilusorios para así no ser victimas de ellos. Cuando la verdad rompe la fantasía, aparece el sufrimiento, no podemos vasar nuestra vida en la mentira pues ella no da frutos, solo desilusiones.
Somos capaces de catalogar a las personas, emitimos juicios sobre ellas y llegamos a conclusiones sin tener apenas información suficiente para hacerlo, el desinterés por informarnos por medio de la escucha atenta, la observación y el intentar esa afinidad con la persona, hace que dejemos de conocer la verdad de ella.
Quien nos da esa sensación de prepotencia, de dominio, de fortaleza, de seguridad o de desvalorización, no es otra que la fantasía. El error está que como no sabemos distinguir de donde llegan las conclusiones, nos creemos las que emite la fantasía.
Todos los departamentos o aspectos que nos conforman tienen su misión, el problema se produce cuando la fantasía domina sobre los demás, cuando está sobreactivada domina a la razón y la meneja aportándola datos falsos
 inventados por ella, y alimentando por tanto a la misma fantasía.

La fantasía debe servir para adornar la vida, para colorearla, incluso servirnos de ella como escape en un momento dado, pero no podemos estar huyendo constantemente de la realidad.

La mente opera a través de su cuerpo, el cerebro. Sus funciones son muy variadas, percepción, pensamientos, memoria, imaginación, atención, ensoñación, juicio y raciocinio. Funciones todas preciosas, pero que por lo general, utilizamos mal, comenzando por la atención intermitente y muy débil. La mente nos engaña y a menudo distorsiona la realidad o la falsea. Está saturada de condicionamientos, acumulaciones y todo tipo de material inconsciente que arrastra a la persona.
Las influencias externas he internas son las que perturban a la mente, condicionando a la persona robandole su paz interior.
Un entorno hostil y competitivo, inarmónico, personas pesimistas o incordiantes, problemas familiares o personales, son influencias que tienden a destabilizarla, todo se vive desde la mente y todos nuestros estados surgen de ella, por eso según se domine y se sanee puede ser portadora de luz y concordia, o por lo contrario sera portadora de sombras y discordias, dicha o desdicha, contento o un continuado descontento, por eso una mente positiva es una bendición, seamos positivos, seamos mentes constructivas, abramos una vereda hacia el sosiego.
En lo más profundo de nuestra mente hay un espacio de luz y quietud, inspiración y revelación que es posible potenciar.
Respira amor, respira luz.
Si hay un gran misterio, ése es el de la mente, es inagotable, insondable, sinuosa y a menudo una gran desconocida. Sin embargo siempre está con nosotros y es el escenario donde todo lo experimentamos, sentimos, percibimos y vivimos. Es, no cabe duda, nuestra inseparable compañera.
" La mente es la precursora de todos los estados y todos los estados nacen en la mente".
¿ Qué podemos hacer sin la mente mientras estamos en este plano de existencia ?. La llevamos encima a lo largo de toda una vida y que poco sabemos de nuestra propia mente.
Con demasiada frecuencia, no la controlamos, ella nos controla, no la conducimos, ella nos conduce, no la pensamos, ella nos piensa. Parece que somos sus propietarios y es ella la que nos posee.
La mente es fuente de disgustos, errores, mortificación y pesares. Pero también es ella la que puede ayudarnos a conocernos y realizarnos, a crecer interiormente. Ella es causa de tristeza, pero también de alegría, depende de lo que logremos hacer con la mente.
Es difícil conocerla, dirigirla, estabilizarla y ponerla al servicio de la paz interior, pero hay que hacerlo, se puede hacer utilizando todas las herramientas que la vida nos va enseñando.Nadie puede vivir sin mente, pero sí es posible vivir sin que la mente nos condicione y perturbe.
Si uno busca la mente, no es fácil encontrarla, cuando uno quiere desentenderse de ella, nos atosiga y no nos deja en paz.

Me parece importante hablar de nuestra mente, tal vez hablando de ella lleguemos a conocerla, (pues alguno/a de vosotros así me lo pide, dedicaré un tiempo a escribir sobre ella),  desde luego requiere un esfuerzo de observancia, pero sin juicios.
Om Shanti....paz .