Vivir la Vida

No hay para un hombre,
 regalo más grande que aquel que trueca todos sus anhelos
 en unos sedientos labios,
y convierte toda su vida en un manantial inagotable.

Cada vez que voy al manaltial a beber,
encuentro el agua viviente desbordante de ella misma.

Y el agua me bebe....mientras yo la bebo.